Si alguien tiene más de 30 años, es improbable que desconozca Micro Machines, y si no los tiene, ahora es momento para ponerse al día. Diminutos coches para jugar, tan variados como excéntricos, pensados para niños y no tan niños.
Tuvieron varias entregas en formato videojuego y los fans pidieron su vuelta. Así ha sido, y el resultado es un juego interesante y divertido, con una aceptable variedad de vehículos, escenarios y modificaciones visuales.
Los modos de juego son escasos, insuficientes para los días que corren, pero por fortuna entretienen: carreras lineales, batallas de todos contra todos y eliminatorias. Todo ello online y offline: online hasta 12 jugadores, offline hasta 4 a pantalla partida. Por desgracia, no hay modo para un jugador con historia, así que todo es siempre compitiendo, aunque sea contra la máquina. Potenciadores y modificadores para los vehículos aportan un plus de diversión.
El juego queda lejos del genial DiRT 4, pero se puede alabar el alto nivel de imaginación que desprenden los circuitos, así como la licencia de Hasbro que hace posible ver lanzadores NERF y coches G.I. Joe.
En general, es un juego muy divertido, especialmente en compañía, un poco escaso de contenido, pero que hará las delicias de los fans y de los más pequeños en cuanto se hagan a los mandos, cosa que cuesta un poco.
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