Es difícil no esperar mucho de una película que firma Brad Bird –el autor de Los Increíbles y Ratatouille– y produce e interpreta George Clooney, un tipo especialmente inteligente a la hora de elegir sus productos. Por eso mi decepción ante Tomorrowland quizás no sea culpa de la propia película sino de lo que pedimos a un proyecto como este.
La cinta cuenta la historia de un inventor cínico, una niña con superpoderes y un maravilloso país donde el tiempo y el espacio se diluyen. Hay que reconocer que el arranque es magnífico: un festival visual tremendamente imaginativo que hace esperar –de nuevo las expectativas– lo mejor. Es más, para ser justos, hay que seguir reconociendo que ese despliegue visual es sobresaliente durante los 130 minuto…
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