Alfaguara. Madrid (1993). 260 págs. 1.800 ptas.
Carlos Fuentes, además de escritor, es diplomático. Es uno de esos mexicanos internacionales que saben caer bien en todas partes. Se hizo famoso, hace ya años, con La muerte de Artemio Cruz, cuando estaban de moda las innovaciones narrativas. Luego ha ido capeando el temporal con cosas menores. Acaba de presentar en Madrid dos libros, El naranjo, una colección de relatos sobre la conquista de México, y Geografía de la novela, ensayos sobre este género y sobre sus autores preferidos.
Los relatos no ofrecen novedad alguna respecto, por ejemplo, a Cristóbal Nonato, una amplia novelización, barroca e insistente, sobre España y América. Y hay uno, en concreto, en el que se sirve de un simbolismo sexual de forma realista hasta dar con un texto que roza la simple pornografía. Todo se agrava porque, además, no está bien escrito.
Rafael Gómez Pérez