Este musical juvenil nos cuenta la historia de un joven retraído, con problemas y sin amigos, que por no contrariar a la familia de la chica que le gusta, dice una mentira que va ir creciendo hasta adquirir unas proporciones descomunales. El tema de esta dramedia no es nuevo, ni tampoco su resolución, siempre previsible, pero la historia está contada con frescura, y se sigue con interés. El mensaje es clásico: no tener miedo a ser uno mismo es el mejor camino para ser feliz.
La película es una adaptación del musical que Benj Pasek y Justin Paul compusieron para Broadway a partir de un texto de Steven Levenson, guionista a su vez del film. El director, Stephen Chbosky, es el realizador de títulos como Wonder o Ventajas de ser un marginado. En el reparto encontramos caras conocidas como Juliane Moore, Amy Adams o Kaitlyn Dever. La puesta en escena es muy clásica, pero las canciones no están mal, y Ben Platt, el protagonista, ofrece registros de voz interesantes. Una cinta positiva que se ve con agrado. Sin más. Ni menos.