Deshielo entre la Santa Sede y la autoridad musulmana de Egipto

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El abrazo de Francisco y el imán Ahmed al Tayyib, el 23 de mayo en el Vaticano, expresa la reconciliación lograda tras cinco años sin comunicación entre la Santa Sede y la Universidad de Al Azhar (El Cairo), la principal institución teológica del islam sunita. Es también un alivio para los católicos egipcios, una pequeña parte de la minoría cristiana de Egipto.

Las relaciones fueron cortadas por la Universidad de Al Azhar en 2011, a raíz de unas declaraciones de Benedicto XVI. La víspera del Año Nuevo, un atentado terrorista hizo más de veinte muertos en una iglesia copta ortodoxa de Alejandría. Con ese motivo, el entonces Papa pidió a los gobiernos de la región “medidas eficaces para la protección de las minorías religiosas”. Estas palabras fueron tomadas como una injerencia en los asuntos egipcios por el gobierno, la jerarquía copta ortodoxa y Al Azhar, que decidió suspender los contactos con la Santa Sede.

Cinco años después, la reunión de Francisco y Al Tayyib ha despertado gran interés en Egipto, donde los periódicos la recogieron en primera página. La comunidad católica ha recibido el hecho con particular satisfacción. “Fue un tiempo difícil”, dijo a la agencia Fides, en referencia al quinquenio pasado, el patriarca copto católico, Ibrahim Isaac Sidrak. Como pudo comprobarse, “algunas personas perciben como una amenaza y un ataque al islam todos los juicios y opiniones expresados en libertad”.

En ese contexto, la entrevista en el Vaticano favorece las posibilidades de entendimiento. “Al Azhar es influyente, y puede tener un papel positivo en el islam sunita”, señala el patriarca. Sin embargo, “hay dificultades, resistencias, divisiones que han surgido ante la reanudación del diálogo religioso, solicitado por muchos, incluso por el presidente Al Sisi”.

Durante la interrupción del diálogo con la Santa Sede, Al Azhar continuó, sin embargo, colaborando con el patriarcado copto ortodoxo. Ambos crearon un organismo común, la Casa de la Familia Egipcia, pensado para prevenir los conflictos entre musulmanes y cristianos. La última muestra de sus buenas relaciones mutuas fue el pasado 9 de mayo, cuando el patriarca y el gran imán firmaron una declaración conjunta con un compromiso de cooperación contra el maltrato a niños.

La semana pasada llegó al Parlamento egipcio un proyecto de ley favorable a los derechos de los cristianos. Hasta ahora, los cristianos encuentran grandes dificultades, por el obstruccionismo de los poderes públicos, para reparar sus templos, y más aún para construir otros nuevos. Así, no se puede levantar una iglesia en ningún lugar próximo a escuelas, edificios oficiales e incluso a zonas residenciales. El proyecto dispone que dar permiso para edificar un tempo será competencia de las autoridades locales, y no ya del presidente de la república, y que los obispos podrán recurrir al Consejo de Estado si el trámite se retrasa injustificadamente.

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