El articulista Alex Beam comenta en The Boston Globe algunos ejemplos de lo que llama “la zambullida del movimiento ecologista en la parodia narcisista de sí mismo y en la idiotez”.
Todos los años, el Día de la Tierra (22 de abril) da una ocasión especial para que se manifieste ese fenómeno. “Uno sabe que se acerca la anual oleada verde de insustancialidad cuando Vanity Fair publica su número ‘verde’, perfumado con esencia de Armani, que celebra los méritos ecológicos de grandes tipos como Leonardo DiCaprio o Robert F. Kennedy Jr. Como quizá recordarán, el año pasado Leo posó encima de un témpano con un encantador osezno polar photoshopeado para la ocasión. Después Leo se mudó del glaciar a un apartamento ecológico de lujo en Nueva York, donde presume de pintura baja en emisiones y, por supuesto, paneles solares”.
Por su parte, R.F. Kennedy Jr. promueve la energía eólica en el Vanity Fair verde de este año. “Quiere poblar de molinos estados como como Dakota del Norte, Kansas o Texas. Allí no vive nadie de la beautiful people”.
En una web para vegetarianos, Beam encontró este comentario de un miembro que usa el pseudónimo “Adónde Han Ido Todas las Flores”: “Últimamente me he descubierto a mí mismo en mi Prius, en medio de una autopista y rodeado de Hummers, y me he preguntado: ¿qué fue del idealismo ecologista de los sesenta?”.
Hace poco, Beam ha tenido conocimiento de una empresa de Oregón llamada Eco-Luxury Fur, que asegura vender “las pieles más ecológicas del mundo”. No se trata de imitación de piel, hecha de algodón o material acrílico. Eco-Luxury importa pieles de zarigüeyas australianas y “verdea la operación explicando que esa especie de zarigüeya constituye una amenaza para la ‘singular biodiversidad de Australia’”.
Después de mencionar otros casos, Beam concluye: “Día de la Tierra 2008: un acontecimiento que en otro tiempo fue histórico se ha convertido en una farsa”.
Ver el artículo original: Sick and green over Earth Day.