Mucha tradición tiene el Salón del Libro, celebrado este año en París del 20 al 23 de marzo. Muchos problemas están planteados en torno a la edición. Pero la gran novedad ha sido la manifestación pública de centenares de autores ‑novelistas, ensayistas, ilustradores, dramaturgos, guionistas e, incluso, traductores–, que deseaban alertar a la opinión pública sobre las amenazas contra su oficio. Se ha recordado que, en 34 años de existencia de esta gran cita del sector editorial, no se había producido algo semejante.
Convocó la demostración el Consejo Permanente de Escritores (CPE), que reúne a 17 sindicatos y asociaciones de autores. El eslogan era coreado por los manifestantes, detrás de una pequeña pancarta: «Pas d’auteurs, pas de livres» …
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