Pocos servicios son tan sencillos, y a la vez tan revolucionarios, como Spotify.
La idea es muy simple: olvídate de almacenar tu biblioteca musical en tu disco duro. Sustituye tu reproductor musical por uno nuevo, de aspecto parecido a iTunes pero mucho más sencillo. Escucha toda la música que quieras, todas las veces que quieras, cuando quieras y donde quieras, y sin pagar.
Spotify sólo requiere darse de alta en el servicio, como en cualquier otro, y descargarse una aplicación que está disponible para PC y para Mac, aunque aseguran que también corre en Linux sobre Wine. Una vez ejecutada, sólo hay que dedicarse a escuchar música: decidir qué quieres oír y darle al play. Eso es todo. Ya puedes borrar tu carpeta de música y cancelar tus descargas de música del uTorrent o del eMule.