Juan Meseguer

Jenny Odell desafía la idea moderna de progreso y propone una estrategia de resistencia frente a la economía de la atención.
El último debate de la era Trump y el primero de la de Biden tiene todas las papeletas para ser uno de los temas estrella de la temporada.
Uno de los debates del momento en la batalla cultural es si el conservadurismo tiene un aliado en el orden liberal o si este juega en su contra.
Entre el pánico a tomar partido y la furia partidista caben muchas opciones.
El progreso social pasa por esclarecer cuáles son las ofertas de felicidad y de significado más consistentes.
Las ideas de Ibram X. Kendi, referente de la ideología “woke”, muestran hasta qué punto se han vuelto aceptables en el debate público ciertas trampas intelectuales.
Several authors propose curiosity and open-mindedness as antidotes to the sluggishness brought on by the pandemic.
Varios autores proponen la curiosidad y la apertura de mente como antídotos frente a la indolencia por la pandemia.
Ana Marta González, catedrática de Filosofía, reivindica en esta entrevista la singularidad inclasificable de cada persona.
El respeto hacia la variedad de estilos de vida debería ir de la mano del respeto hacia la diversidad de puntos de vista.
Un documental muestra con historias reales las desventajas que trae la falta de familia, religión, trabajo y comunidad.
Dos diputados británicos lanzan una iniciativa para reducir la frustración entre quienes oyen hablar maravillas de unos ideales cuyos beneficios no les llegan.
Mientras los jóvenes de la generación Z se muestran implacables con sus causas, los mayores los estereotipan según las propias.
¿Y si el conservadurismo tuviera más que ver con la belleza, la razón o la justicia que con la indignada protesta contra la cultura actual?
La discusión trasciende el contexto político estadounidense y da que pensar a los conservadores de otros países.
El valor intrínseco de cada persona cortocircuita los criterios utilitaristas e impone a los demás un deber de cuidado.
En vez de presentar al presidente demócrata como el venerable padre de la nación, habría que empezar a verle como parte interesada en la batalla cultural.
Las conversaciones hondas, el regreso a lo real o la búsqueda de seguridades son algunas de las corrientes que, a juicio de Marian Salzman, marcarán el futuro pospandemia.
La narrativa de las elecciones “robadas” ahora compite en toxicidad con la del supuesto auge del fascismo.

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