Pablo Miller

El Movimiento al Socialismo sigue siendo la principal fuerza política de Bolivia, pero sin Evo y con otros dirigentes más moderados.
El primer presidente indígena de Bolivia deja un país más próspero y con más igualdad económica, pero también muy dividido.
La crisis del TIPNIS refuerza la identificación de Evo Morales con sus bases del altiplano, mientras pierde apoyo entre otros indígenas y la clase media urbana.
Evo Morales sigue teniendo el apoyo popular, pero parte de sus bases se han distanciado de él cuando ha intentado suprimir subvenciones insostenibles.
Después de los referendos, unos y otros han recurrido a la presión violenta.
No se espera que el referéndum revocatorio de agosto dirima el “empate catastrófico”.
El enfrentamiento entre el gobierno y las regiones autonomistas amenaza desembocar en violencia.

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