Frank Oz

Un digno final de la epopeya galáctica.
Rian Johnson da en la diana con una película de corte clásico y un argumento que bebe en Agatha Christie.
El octavo episodio de la saga lleva el aliento de la trilogía original, con una certera realización y unas interpretaciones que destacan la hondura de los personajes.
La saga recupera la épica de “La guerra de las galaxias” con una continuación muy fiel a la trilogía original.
La idea es brillante: contar la historia del motor emocional de una niña de diez años. Gustará a adultos, en especial psicólogos y pedagogos, si resisten el didactismo de la película.
Oscar a la película animada.
Cómo se conocieron los dos famosos asustadores, Sulley y Mike. Excelente, como la primera película.
La primera precuela de la mítica saga es una equilibrada mezcla de fantasía heroica, ciencia-ficción, western y cine de aventuras.

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