La originalidad de la filosofía de Julián Marías

publicado
DURACIÓN LECTURA: 4min.

El filósofo español Julián Marías (1914-2005) dejó un abundante y valioso legado intelectual. Sin embargo, las circunstancias de la cultura española no han favorecido su valoración. El pensamiento que se autodefine progresista no le perdonó su cristianismo manifiesto; los sectores de ideología más tradicional no lo consideraron uno de los suyos, por ser un hombre de centro, de mentalidad abierta. Tampoco la Universidad encontró sitio para él. Su fama y reconocimiento vinieron más bien de sus lectores y de quienes supieron apreciar su honradez intelectual.

Para superar esta situación, la Asociación Española de Personalismo (AEP), junto con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad CEU-San Pablo organizan del 7 al 9 de febrero el Congreso Internacional “Julián Marías: Una visión responsable”. El Congreso se plantea como una puesta al día de la vida y la obra de Julián Marías y tiene como objetivo servir de marco de reflexión sobre su pensamiento. Su fin último es aportar las claves de interpretación para el desarrollo de la futura investigación sobre el filósofo, así como fijar a Marías, reivindicar la originalidad de su obra y su filosofía, una de las asignaturas pendientes de la universidad española.

El lema del Congreso no es gratuito. Hace veinte años, el hispanista Harold Raley tituló su libro sobre Marías «La visión responsable», un lema que describe su posición. El planteamiento filosófico de Marías surge como un intento de reforma filosófica radical. Marías se plantea que no tiene sentido una filosofía que no esté de algún modo a la altura de su tiempo. A partir de ahí se entiende la importancia que en su reflexión tienen categorías como la “responsabilidad” o, incluso, la preocupación por España.

Toda la obra de Marías nace de una profunda convicción: que el filósofo y el intelectual deben ofrecer “una visión responsable” de la realidad. Ha de procurar que en sus palabras aparezca aquello que de verdad es, con su fundamentación y base, es decir, responsablemente.

El Congreso se desarrollará en tres jornadas, en las que habrá conferencias magistrales de expertos en la obra de Julián Marías (Helio Carpintero, Harold C. Raley), y mesas redondas centradas en cuatro temas claves, verdaderas constantes en el pensamiento, la vida y la obra de Julián Marías: España y su Historia, Antropología Metafísica, La Escuela de Madrid y La Perspectiva Cristiana.

Durante el Congreso se le concederá a Julián Marías, a título póstumo, la Medalla de Honor de la Universidad Complutense, así cómo el nombramiento de Colegiado de Honor del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid.

Asimismo, se presentará la reedición de las Memorias de Julián Marías, publicadas por la editorial Páginas de Espuma, y cuya edición ha corrido a cargo de Javier Jiménez.

Marías y el personalismo

Según Marías, su filosofía es “un intento de comprender la realidad más importante de este mundo, a la vez la más misteriosa y elusiva, y clave de toda comprensión efectiva: la persona humana” (Persona, 1996). Él mismo apunta que lo sorprendente es que, a pesar de ser así, esta cuestión ha sido tenazmente desatendida; la filosofía, a lo largo de su milenaria historia, ha pensado escasamente sobre ella. “La conciencia de este problema me ha acompañado a lo largo de toda la historia de mi pensamiento filosófico”. Desde su primer libro, en 1935 (San Anselmo y el insensato), “todos mis libros han sido exploraciones de la realidad de la persona”: los dos libros sobre la mujer, La mujer en el siglo XX (1980) y La mujer y su sombra (1986), La felicidad humana (1989), La educación sentimental (1992), Razón de la filosofía (1993), Mapa del mundo personal (1993), Tratado de lo mejor (1995), y Persona (1996).

Organizadora del Congreso es la Asociación Española de Personalismo (AEP), asociación civil sin ánimo de lucro y de carácter cultural. El fin de la Asociación es promover, difundir, profundizar y desarrollar la filosofía personalista. El personalismo considera la noción de persona como la categoría filosófica esencial y estima que su dignidad es un valor absoluto y los derechos humanos son principios irrenunciables del orden social y político. También concede especial relevancia, entre otras, a las siguientes dimensiones de la persona: la afectividad, las relaciones interpersonales, la corporalidad, la diferenciación, dentro de una igualdad radical, en varón y mujer, el carácter social, ético y solidario de la persona y su apertura intrínseca a la trascendencia.

Más información en: www.personalismo.org

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.