Amsterdam. La casa donde vivió la familia de Anne Frank, desde que en 1933 se instalaron en Holanda hasta que en 1942 tuvieron que esconderse en «la casa de atrás» del canal Prinsengracht 263, va a ser ambientada tal como estaba cuando los Frank vivían allí. La vivienda va a tener una función muy adecuada a su origen: la cooperativa de viviendas Ymere que la ha adquirido, de común acuerdo con la fundación Amsterdam Vluchtstad, destinará la vivienda a acoger a escritores refugiados en la capital de Holanda. Los escritores serán invitados a residir un año para ejercer libremente su profesión.
Huyendo del terror nazi, la familia Frank, originaria de Frankfurt, vino de Alemania en 1933 y se instaló en el número 37 de la plazuela Merwedeplein. No lejos del río Amstel, la plaza está situada en un barrio del sur de Amsterdam, llamado de los ríos por los nombres de las calles.
Edificios de casas de cuatro pisos rodean el césped con arbustos y algún banco. Antes de la II Guerra Mundial vivían en este barrio unos 17.000 judíos; después de la guerra sólo quedaron 4.000. Ante la citación del cuartel de la SS, la familia Frank, los padres y las dos hijas, dejaron su casa el 6 de julio de 1942 para esconderse en una casa en el canal Prinsengracht 263. Un aparador de libros en la oficina allí instalada, daba entrada al ático de la vivienda de atrás que las mansiones de los canales en Amsterdam suelen tener.
Para no llamar la atención, en vez de tomar el tranvía hicieron el trayecto a pie sólo con lo puesto. La caminata hasta el escondite les llevó una hora. Todo lo que siguió lo sabemos por el Diario que Anne escribió durante dos años de encierro. El 4 de agosto de 1944, a las 10.30 de la mañana, llegó un coche de la Grüne Polizei que arrestó a la familia, a quienes se escondían con ellos y a dos de los que les facilitaban el refugio. En el invierno del mismo año morirían Margot y Anne en el campo de concentración de Bergen-Belsen a causa de una epidemia de tifus y las malas condiciones higiénicas.
La decoración de la casa se llevará a cabo con sugerencias de la Fundación Anne Frank que lleva la casa-museo de Anne Frank, tomando como punto de partida algunas fotografías y pasajes del Diario en los que Anne describe algunos detalles de la vivienda.
La casa está muy deteriorada. La inquilina que la ocupó desde los años cincuenta -la señora Levelt, que consideraba un privilegio vivir allí- no hizo ningún arreglo. Pero no hay mal que por bien no venga, pues gracias a eso se encuentra lo más parecida posible a su estado original.
La fundación Amsterdam Vluchtstad, que también trabaja con la Fundación Anne Frank, fue creada por iniciativa del novelista indio Salman Rushdie para ayudar a escritores perseguidos. Hans Westra, director de «La Casa de Anne Frank», está muy de acuerdo con la finalidad que se va a dar a la vivienda. Ambas sedes serán complementarias. Todo lo que se considera de valor museístico ya está recogido en la actual casa-museo, mientras que la vivienda ahora acondicionada está en un barrio al que no suele acceder el turista. Además, el destino elegido va muy bien con los sueños de Anne Frank, que quería ser periodista o escritora.
Carmen Montón