Oriente Medio

Con el destrozo y la muerte de civiles palestinos señoreando en la Franja, muchos condenan la ofensiva militar de Israel… y muy pocos la tozudez de Hamás.
Foreign Affairs
Con Netanyahu al mando, nada hace presagiar un escenario esperanzador tras los atentados del 7 de octubre y la guerra en Gaza, sostiene un periodista israelí.
La mayoría de la sociedad israelí apoya la guerra en Gaza, y quienes abogan por una solución política están perdiendo la poca influencia que tenían. 
El conflicto ha provocado una sacudida en la región que parece favorecer los intereses de Irán y trastoca el acercamiento entre Israel y varios países árabes.
La guerra en Gaza y la violencia en Cisjordania ponen de relieve la difícil situación de la minoría cristiana en Israel y Palestina.
Aunque los libaneses no desean que Hezbolá entre en guerra contra Israel, por las graves consecuencias que podría tener para el país, unos se marchan al exterior y otros se preparan para el conflicto.
Un palestino de Cisjordania con familiares muertos en Gaza sostiene que para conseguir la paz hace falta la presión de la comunidad internacional y de las organizaciones civiles, que se han movilizado también en Israel.
Un exfuncionario palestino reconoce que Hamas esperaba la respuesta armada israelí al ataque del 7 de octubre, y pide que se aplique la ley internacional para acabar con el conflicto.
Los numerosos tuits del presidente colombiano sobre el conflicto entre Israel y Hamás han provocado una crisis en las relaciones con Israel y problemas con Estados Unidos.
La situación de los palestinos y los continuos enfrentamientos “a pequeña escala” alimentan el conflicto, en el que la gran mayoría de víctimas son civiles.
Dos analistas israelíes (un exoficial de inteligencia y un profesor en Ciencias Políticas) ofrecen elementos de análisis sobre la actual crisis.
Los saudíes ponen en marcha en medio del desierto un modelo revolucionario de ciudad lineal, sostenible y futurista, diseñado para alojar nueve millones de habitantes.
El presidente vuelve a ganar no tanto por ser islamista, sino sobre todo por su nacionalismo.
Con una victoria muy corta del presidente actual en la primera vuelta de la elección presidencial, la segunda será un plebiscito sobre Erdogan, tras veinte años en el poder.
La división entre el sector más liberal y laico, y el más nacionalista y religioso se revela en las manifestaciones en contra y a favor de Netanyahu.
Además de la escalada de violencia entre Israel y Palestina, el nuevo gobierno ahora debe hacer frente a las protestas por la polémica reforma judicial.
Aunque las protestas representan las aspiraciones de libertad de amplios sectores, el nacionalismo y el descrédito de la occidentalización, y no solo el islam, siguen siendo apoyos firmes del gobierno.
Dos mujeres afganas nos relatan desde el exilio lo que significa la reciente prohibición de ir a la universidad.
Los partidos religiosos han logrado el control de los cuerpos de seguridad e impulsarán la ampliación de los asentamientos judíos en Cisjordania.

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