30 monedas

GÉNEROS, ,

PÚBLICOAdultos

CLASIFICACIÓNViolencia, Sexo

ESTRENO29/11/2020

EPISODIOS8 capítulos de 60 min. aprox.

PLATAFORMAS

En un pequeño pueblo de Segovia, una vaca pare un niño. Una joven veterinaria nacida para ser líder y un, también joven, alcalde con vocación de segundo, acuden al padre Vergara –exorcista, boxeador y exconvicto– para resolver este extraño fenómeno paranormal… que será solo el primero de muchos.

La gran apuesta de HBO –solo hay que contar las marquesinas– es una serie de ocho capítulos escritos y dirigidos por Álex de la Iglesia, uno de los autores más carismáticos del cine español. De la Iglesia o apantalla o satura, pero no deja indiferente, como en esta serie.

Las 30 monedas son las que recibió Judas por traicionar a Jesucristo y son una excusa, el macguffin, para que De la Iglesia despliegue uno por uno todos los aciertos y/o desaciertos de su cine. La cinta es una acumulación de casticismo, terror, comedia, violencia gore, referencias religiosas, acción, iconografía kitsch, elementos oníricos y folclore. Mucho folclore.

Los protagonistas de este cóctel son paisanos, politicastros, arpías, monstruos, curas de pueblo, obispos, religiosos de extrañísimos hábitos, policías, asesinos, parricidas, suicidas. Los personajes –casi todos magníficos actores– aparecen y desaparecen, mutan o se teletransportan. Todo con una extraña lógica, la de la ficción más desacomplejada. Esta locura argumentativa lleva, como ya pasaba en Las brujas de Zugarramurdi (una cinta similar), a suspender todo tipo de juicios narrativos, lógicos y morales ante lo que sucede en la pantalla. Porque en el fondo todo es una gran pantomima.

¿Cuál será el público de 30 monedas?, me preguntaba mientras un pulpo devorahombres se balanceaba en el botafumeiro de una extraña iglesia en una de las escenas más surrealistas de la serie. Pienso que es un producto para los seguidores incondicionales del director vasco y su universo. El resto del público probablemente terminará empachado después del larguísimo piloto. De la Iglesia es un autor siempre excesivo. Su cine es excesivo. Y, puestos a excederse, 8 capítulos dan para morir de sobredosis.

Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta

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