El escándalo

TÍTULO ORIGINAL Bombshell

PRODUCCIÓN EE.UU. – 2019

DURACIÓN 109 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS,

PÚBLICOAdultos

CLASIFICACIÓNLenguaje soez, Sexo

Ganadora de 1 Oscar:
Maquillaje y peluquería

De Roger Ailes, el todopoderoso fundador de Fox News, lo sabemos casi todo gracias a la notable miniserie La voz más alta. En ella, Rusell Crowe interpreta al maquiavélico personaje que consiguió aglutinar a la audiencia conservadora americana y convirtió las noticias en espectáculo. Él fue el gran cerebro de Fox hasta su caída en desgracia, cuando se vio obligado a dejar la cadena por acusaciones de abuso sexual.

El escándalo, que tiene como guionista al escritor de La gran apuesta, Charles Randolph, y en los mandos a Jay Roch (director de Trumbo. La lista negra de Hollywood y algún que otro thriller político), se centra especialmente en el tramo final de la carrera de Ailes, cuando algunas periodistas de la cadena denuncian el acoso de su jefe. De hecho, puede decirse que el protagonista de El escándalo no es Ailes sino Megyn Kelly, una de las presentadoras más prestigiosas de la Fox (interpretada por Charlize Theron, que es productora de la película), y Gretchen Carlson, la primera periodista que denunció a Ailes. A ellas se une un personaje ficticio, el de una joven reportera acosada.

El affaire de Fox puede verse como un embrión del movimiento #MeToo que estalló con toda su fuerza un año después, cuando el New York Times destapó los abusos del productor Harvey Wenstein. A partir de ese momento, la industria del espectáculo fue consciente de que no podía seguir manteniendo una política de silencio, un comportamiento ocultista que miraba hacia otro lado quitando importancia al sexismo, la cosificación de la mujer y el abuso que campaban por sus respetos en castings, audiciones, platós y giras.

El escándalo se centra en este problema y en las dificultades que tuvieron, y siguen teniendo, muchas mujeres. Primero, para esquivar insinuaciones, provocaciones o demandas, y después, para denunciarlas.

La película se apoya en un libreto muy sólido que no se ceba en los aspectos más morbosos del caso, pero tampoco deja nunca de incomodar al espectador para que no frivolice con una cuestión que no es superficial. Se apoya también en una magnífica puesta en escena –más de 100 sets de rodaje– que recrea bien cómo un grupo televisivo puede convertirse en un microcosmos donde caben todas las pasiones y pulsiones humanas. Y se apoya sobre todo en la interpretación, el compromiso y el maquillaje (magnífica caracterización) del cuarteto protagonista.

Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta

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