alternativas a la ética comtemporánea

Alternativas a la ética contemporánea

EDITORIAL

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNMadrid (2019)

Nº PÁGINAS220 págs.

PRECIO PAPEL19 €

PRECIO DIGITAL11,99 €

GÉNERO

Carlos Massini-Correas es un destacado profesor y jurista argentino, conocido por sus relevantes aportaciones –limítrofes con la ética– sobre la ley natural, la falacia naturalista o la naturaleza de la objetividad jurídica. En este libro, que cuenta con un prólogo orientativo de Rafael Alvira, nos sorprende con una incursión en el campo de la filosofía moral, aunque se aprecian sus parámetros jurídicos en el carácter clasificatorio que adopta.

De su exploración por las éticas contemporáneas se desprende que hay propuestas de signo constructivista y, como alternativa, otras de intención realista. Lo cual no significa que las fronteras entre ellas sean siempre nítidas, ya que las primeras ponen tales restricciones a su propio constructivismo que, al buscar justificación para sus prescripciones, acaban en ocasiones postulando una objetividad moral; por su parte, el realismo ético cuenta entre sus elementos con la construcción racional, puesto que aplica enunciados básicos o axiomáticos a situaciones sometidas a variaciones históricas y culturales. Es cierto, por otro lado, que, como se explica en estas páginas, cabe una gradualidad desde las filosofías de la sospecha de Marx, Nietzsche o Freud a los procedimentalismos de impronta kantiana, como los de Karl-Otto Apel, Carlos Nino o John Rawls.

La segunda parte de la obra está dedicada a reflexionar sobre el realismo ético, inscrito en la gran tradición occidental desde Sócrates, ampliado y sistematizado por Aristóteles y sobre todo por el ethos cristiano, hasta la época contemporánea, en la que, en palabras de Max Scheler, se ha asistido a una rehabilitación de la virtud. Baste citar los nombres de Giuseppe Abbá, Alasdair McIntyre, Philipa Foot, Robert Spaemann o Martin Rhonheimer, entre muchos otros. Pero la diversidad entre ellos viene a la hora de combinar de una u otra forma los tres ingredientes claves del realismo: los bienes, la norma y la virtud.

Termina el libro con un apéndice en el que Massini valora, dentro del realismo y matizando sus pros y sus contras, la posición de Elisabeth Anscombe, quien se ha acercado al terreno de las virtudes desde la filosofía analítica del lenguaje.

El problema nuclear, más allá de la manera en que lo afronten unas u otras corrientes éticas, está en articular una síntesis entre un componente material (situación de hecho) y otro formal (rectitud en la voluntad que se conduce por un fin). Una acción lograda no ocurre, en efecto, por casualidad o al margen de sus motivaciones (elemento formal) e, inversamente, una buena voluntad que no se traduzca operativamente o que no sea efectiva (elemento material) tampoco es moralmente suficiente. La distinción clásica entre finis operis (fin de la acción) y finis operantis (fin del agente) en el seno de la acción apunta en esta dirección. No contar con ella necesariamente conduce, por un extremo, al deontologismo y, por el otro, al consecuencialismo.

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