En el ámbito universitario abunda lo que se podría llamar filosofía escolar: es la que centra su estudio en lo que los filósofos dijeron para los filósofos o sobre los filósofos. Entre estos maestros universitarios se echa a menudo en falta una conexión con las inquietudes, aspiraciones y contexto vital que constituyen la realidad de sus contemporáneos, y la de los propios filósofos cuando abandonan el espacio inmaculado y solitario de la biblioteca.
Este es un libro que cumple la condición de estar escrito por un filósofo riguroso -baste recordar su rico trabajo La doctrina del acto en Aristóteles (Eunsa, 1993)-. Y, al mismo tiempo, está escrito para un público no restringido al círculo de especialistas: esta orientación es avalada por la sencillez del lenguaje, la abundancia de ejemplos, lo cotidiano de su temática -los problemas que trata son los habituales de las personas que buscan un sentido a su bregar en el mundo, su origen, su destino-. El texto pretende servir de manual a alumnos de estudios universitarios interesados en profundizar su formación humanística. Si bien su longitud puede, en un principio, retraer, enseguida se descubre que cada uno de los 17 capítulos que lo componen tienen un carácter propio.
La constitución psico-física del ser humano, el papel de la técnica, la libertad, las relaciones interpersonales y la vida en sociedad, sexualidad, violencia, cultura, dolor, muerte… son algunos de los contenidos del manual: la posibilidad de elegir unos u otros capítulos, dependiendo del público a quien se dirija, es una de las grandes ventajas pedagógicas del libro. Otro elemento digno de elogio es la continua referencia de los diversos epígrafes entre sí, lo cual permite descubrir el trazo unitario de la explicación del hombre que se ofrece. En la cuidada selección bibliográfica se observa cómo la inspiración clásica de este volumen no se encuentra reñida con el diálogo con las corrientes de pensamiento contemporáneas.
Por otra parte, la temática antropológica va inescindiblemente unida con la preocupación ética. La pregunta sobre lo que es el hombre encuentra respuesta en lo que -a lo largo de su desarrollo biográfico y en el momento de la culminación de la vida en la muerte- ese mismo hombre puede llegar a ser. La presente obra de Ricardo Yepes es una rica y ajustada exposición de ese ideal de vida que alcanza su cumplimiento en las virtudes entendidas como excelencia.
