Jamie Raskin es un constitucionalista norteamericano que ha dado a la imprenta uno de esos libros infrecuentes por brillantes, emotivos y educativos. Como congresista en la Cámara de Representantes, ha sido uno de los que más ha tenido que lidiar con el asalto al Capitolio: no solo estaba presente cuando se produjo el acontecimiento, sino que presidió la comisión encargada de esclarecer los hechos acaecidos en ese infausto día. Pero el intento de toma del Congreso coincidió con una de las experiencias más sobrecogedores e insoportables que puede sufrir cualquier padre: el suicidio de su hijo Tommy, a los veinticinco años de edad.
El libro comienza con la narración de lo que ocurrió el 6 de enero de 2021. Ese día, Raskin, demócrata, acude al Capitolio para certificar oficialmente los resultados de la contienda electoral y ratificar la victoria de Joe Biden. A nadie se le escapa que era un acto parlamentario especialmente relevante. Justo en ese momento, una turbamulta intentó interrumpir el proceso. Para Raskin, fue un verdadero “intento de golpe de Estado”. Pero lo que hasta entonces era “impensable” había tenido lugar.
El otro “trauma insalvable” -impensable- fue la muerte de su hijo, un joven que tuvo que luchar contra la ansiedad y la depresión. En la mente y el corazón de Raskin se entrelazan ambos acontecimientos hasta el punto de que el libro constituye una manera de dar respuesta y encontrar sentido a esas dos tragedias ocurridas en un lapso de apenas siete días. Raskin aborda ambos de un modo admirable; no hace un relato ni muy emocional ni muy recargado. Lo asombroso es que ha logrado aceptar y convivir con su trauma.
Lo impensable es un libro estremecedor, que mezcla y engarza al hombre dedicado al servicio público con el padre cariñoso y entregado a sus hijos. Raskin abandonó su vida como profesor universitario, en la que se dedicaba a analizar, por la de representante político, asumiendo la responsabilidad de mejorar las cosas. En Lo impensable tiene que sobrevivir a su hijo mientras parece que el país se va al traste. Integra el dolor personal con el dolor institucional, pero encuentra esperanzas. Y es esa mirada esperanzadora la que transmite en este libro excepcional e impactante, dando a entender que se ha encendido en él el idealismo que caracterizó la corta existencia de su hijo.
