Hace quince días surgió una tormenta mediática tras publicarse revisiones de la evidencia científica sobre los riesgos de carnes rojas y procesadas en Annals of Internal Medicine. Los autores añadían recomendaciones y aconsejaban, en contra de la Organización Mundial de la Salud, que ya no hacía falta preocuparse por el consumo de carnes rojas/procesadas y animaban a continuar con el consumo actual. La comunidad científica de nutrición y salud pública puso el grito en el cielo y tildó estas
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