Los Verdes alemanes quieren acabar con la objeción de conciencia al aborto

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Aborto

Berlín.- El debate suscitado en Alemania por el partido Los Verdes sobre la disposición a practicar abortos como requisito para ser contratado en una clínica estatal y la inmediata respuesta de la Unión (CDU/CSU) delatan que ambos partidos comienzan a contrastar posturas de cara a una posible coalición de gobierno.

Aquí el partido Los Verdes (Die Grünen) está en alza, desde que en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, celebradas en mayo de 2019, superaron claramente a los socialdemócratas U(SPD): 20,5% frente al 15,8%, si bien el mejor resultado correspondió a los cristianodemócratas de la CDU/CSU (28,9%).

Estos resultados no se puedan extrapolar a las elecciones al Bundestag: en las más recientes (septiembre de 2017), CDU/CSU obtuvo el 32,9%; el SPD, el 20,5% y Los Verdes, el 8,9%. Sin embargo, parece darse ya por hecho que, independientemente del resultado que arrojen las próximas elecciones generales, que se celebrarán el año próximo, no se volverá a repetir una gran coalición entre los (hasta ahora) grandes partidos. Desde que se formó la primera coalición entre democristianos y socialdemócratas en 2005, el SPD ha pasado del 34,2% al 20,5% de los votos; esa pérdida se ha debido al desgaste de ser el socio junior de la coalición.

La prácticamente única alternativa viable a la coalición formada por CDU/CSU y SPD es una entre cristianodemócratas y Verdes, pues los partidos extremos, AfD y Linke (“Izquierda”, comunistas), no tienen opciones. A una posible coalición Unión-Verdes ha aludido ya uno de los candidatos a la Cancillería por la CDU/CSU, Friedrich Merz.

Propuesta de aborto libre

En Die Tagespost, Sebastian Sasse advertía el 9 de julio sobre las diferencias que existen en cuestiones ideológicas entre ambos partidos. Una de ellas es el aborto, que en Alemania sigue siendo delito (art. 218 del Código Penal), pero no punible en las primeras doce semanas si la embarazada acude primero a un centro de asesoramiento oficialmente reconocido.

En el borrador al programa del partido que Los Verdes están elaborando actualmente se dice: “La interrupción del embarazo no pinta nada en el Código Penal”. Y sobre la cuestión de género: “Personas intersexuales y transexuales tienen derecho a definir exclusivamente ellas mismas su género”. Y se preguntaba Sasse: “¿Sabrá la Unión que muchos votantes cristianos solo le dan su voto para impedir tales reivindicaciones? No es suficiente con querer el sillón de canciller para que no lo ocupe la competencia. En la política fiscal se pueden hacer compromisos; en estas cuestiones, no”.

Una muestra de las discusiones ideológicas que se podrían desencadenar en una coalición de tales características lo ha dado esta semana el debate iniciado por el ministro de Asuntos Sociales de Baden-Württemberg, Manne Lucha, al exigir como requisito para ser contratado en una clínica universitaria que el candidato “esté dispuesto” a realizar abortos. En una entrevista con Die Welt del 12 de julio, la vicepresidenta de Los Verdes, Ricarda Lang, decía: “Si bien no se puede obligar a cada médico, las clínicas, y sobre todo las de responsabilidad estatal, tienen que asegurar desde el punto de vista del personal que se garantiza el acceso a la salud reproductiva”. El mismo diario cita asimismo a la portavoz de Sanidad del partido, Kirsten Kappert-Gonther, que incidía en esa misma idea: las clínicas universitarias deberían contratar prioritariamente a “médicos que estén en condiciones de llevar a cabo interrupciones del embarazo, lo cual puede contribuir a mejorar la situación”. Según ella, se trata de una “medida relativamente suave, de la que no se desprende una obligación para todos los médicos”.

También menciona Die Welt a la portavoz de política de la mujer de Los Verdes, Ulle Schauws: “Que médicas y médicos lleven a cabo interrupciones del embarazo como criterio para la contratación en clínicas universitarias, me parece una vía posible para mejorar por fin esta atención, hasta ahora incompleta”. Schauws se remitió a la “obligación del Estado de asegurar la atención a las mujeres” que desean abortar. “Me parece correcto que se inicie por fin un debate de cómo se puede llevar a la práctica”; ahora deberían analizarse todas las posibilidades, también la cuestión de cómo “las clínicas pueden asegurar que se garanticen las interrupciones del embarazo”. Si bien una clínica “no puede contratar solo a personas dispuestas a hacerlo, las mujeres tienen que tener la seguridad de que no las van a rechazar”. De este modo, se crearía un precedente, que impediría recurrir a la objeción de conciencia para no llevar a cabo abortos, como ya ha sucedido en Suecia.

Réplica democristiana

En cualquier caso, Ulle Schauws confía en que otros estados federados alemanes también adopten dicha medida. Una primera reacción procede de Bremen, donde la coalición gobernante (Izquierda, Verdes y SPD) ha presentado una solicitud al Parlamento regional en la que se exige que en los estudios de Medicina se incluya la enseñanza de los “métodos de interrupción del embarazo”, como celebra el diario comunista taz: “Con razón, pues así se podría despertar la conciencia de que los abortos forman parte de la actividad médica”.

“No se puede obligar a médicos a practicar abortos, y tampoco debería ser un criterio para que una persona sea contratada” (Winfried Kretschmann, de Los Verdes)

Las reacciones en la CDU/CSU al debate suscitado por los Verdes de Baden-Württemberg no se hicieron esperar. El vicepresidente del grupo parlamentario en el Bundestag, Herrmann Gröhe, escribió en Twitter: “¿Cómo reaccionarían Los Verdes si, para ser contratado en la universidad, se exigiera estar dispuesto a hacer experimentación animal? Seguro que estarían indignados”.

Volker Kauder, antiguo presidente del grupo parlamentario CDU/CSU en el Bundestag, escribió inmediatamente una carta al ministro-presidente de Baden-Württemberg, Winfried Kretschmann (Los Verdes), criticando dichos planes: “No se puede obligar a nadie a practicar un aborto”, según cita Die Tagespost. Kauder pedía a Kretschmann que se rechace dicha propuesta: “En mi opinión, se trata de una clara trasgresión del artículo 12 de la Ley sobre conflictos en el embarazo”. Y concluía: “No se puede obligar a médicas y médicos jóvenes a un comportamiento que no puedan conciliar con su conciencia”.

Un verde disidente

El católico Kretschmann ha asegurado que en su estado no se exigirá ese criterio al contratar a personal para las clínicas: “Esto no se va a dar”, respondía Kretschmann a Volker Kauder. “Por supuesto que no se puede obligar a médicas y médicos a practicar abortos… y tampoco debería ser un criterio para que una persona sea contratada”.

Winfried Kretschmann (Grüne BW)
Winfried Kretschmann, ministro-presidente de Baden-Württemberg (foto: Grüne BW)

 

A las palabras del ministro-presidente se han sumado las declaraciones de otros destacados miembros de Los Verdes en Baden-Württemberg. Theresia Bauer, ministra de Ciencia de Baden-Württemberg –competente para las clínicas universitarias– rechaza la propuesta, según la agencia de noticias DPA. Ella y la secretaria de Estado para Asuntos Sociales, Bärbl Mielich, declararon en Stuttgart: “Se trata de una cuestión muy compleja” para la que no hay respuestas sencillas. “No se trata de presionar a médicas o médicos o de exigir como criterio para ser contratados en una clínica universitaria el que estén dispuestos a practicar un aborto”, dice Mielich. Sin embargo, es un “problema evidente”, pues “cada vez hay menos clínicas y consultas de médicos a las que se pueden dirigir las mujeres que, después del asesoramiento preceptivo, desean que se practique una interrupción del embarazo”. Y el estado federado es responsable de asegurar la oferta. Según ambas políticas, se trata de estudiar cuidadosamente “qué posibilidades tiene el Estado Federado de cumplir la obligación legal de asegurar la oferta y de garantizar la atención médica necesaria a las mujeres que se encuentren en esa situación de conflicto”.

Pero el ministro-presidente Winfried Kretschmann fue más allá: también criticó el borrador para el nuevo programa de Los Verdes que se está tramitando, en cuanto que propone suprimir el artículo 218 del Código Penal. Inmediatamente le respondió Kappert-Gonther diciendo que es una “postura verde” eliminar la interrupción del embarazo en el Código Penal. Y añadió Ulle Schauws: “Si Winfried Kretschmann desea proponer una enmienda al borrador, lo puede hacer presentando una solicitud, como cualquier otro miembro de Los Verdes”.

No parece casualidad ni que Los Verdes comiencen ahora un debate interno sobre el aborto ni que la Unión responda inmediatamente. Así, también Stephan Pilsinger, político especializado en Sanidad en la CSU, afirma en una entrevista con Die Tagespost (16 de julio): “En la Unión estamos convencidos de que el aborto no es un medio adecuado de planificación familiar”. Que comiencen a contrastar posturas sobre una cuestión tan fundamental ambos partidos a poco más de un año de las próximas elecciones al Bundestag, se encuadra en las refriegas políticas entre dos partidos de cara a una posible coalición de gobierno tras dichas elecciones generales.

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