La crisis de 2008, la pandemia y la guerra de Ucrania han provocado en los países desarrollados un temor a la dependencia económica que los ha llevado a entornar fronteras y proteger las industrias nacionales. El resultado de ese proceso está por ver, pero es lógico pensar que los países menos desarrollados sufrirán las consecuencias del nuevo proteccionismo.
“Europa se está adaptando a las nuevas realidades geopolíticas, poniendo fin a la era de la ingenuidad y actuando como un verdadero actor geopolítico”, afirmó el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, a principios de octubre, al presentar la primera medida de la Estrategia de Seguridad Económica de la UE, por la que se fomentará el desarrollo de sectores que se consideran clave…
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