Los mundos abiertos, masivos y multijugador están cada día más de moda. Los GTA, Batman Arkham y similares lo demuestran; incluso Kojima apostó por ellos con su último Metal Gear Solid. Bungie nos dio Destiny hace unos años y la acogida fue muy buena; sin embargo, las expectativas creadas jugaron en contra y provocaron duras críticas.
Ahora nos llega Destiny 2 dispuesto a demostrar que se aprende de los errores y se evoluciona, aunque se caiga en otros nuevos. Porque esta entrega es tremendamente divertida y adictiva; los tiroteos, muy amenos, y la evolución del personaje nos lleva a superarnos. Además, la cantidad de opciones para comerciar con objetos y los desafíos que incluye son inmensas. Incluso hay un enorme sentido del humor que nos arranca muchas sonrisas por el camino.
La vertiente online, con posibilidad de crear partidas o unirnos a una en plena marcha, es impresionante. Lamentablemente, se ha llegado al punto de que, aunque se quiera jugar solo, la conexión a Internet siempre es necesaria, de tal forma que si por la razón que sea nos quedamos sin ella, podemos olvidarnos de jugar.
Técnicamente, Bungie no apuesta por deslumbrar pero sí por agradar, y lo logra con creces. No se acude al nivel de detalle sino a la imaginación con niveles creativos con distintas alturas. Y el apartado sonoro es estupendo, con un doblaje sobresaliente en el que repite Carlos del Pino (Tyrion Lannister en Juego de Tronos) para nuestro robot volador.
Lo cierto es que Bungie ha ido por la senda segura (a veces, demasiado: se nota cierta falta de riesgo) al ofrecer menús mejores, más misiones, personajes muy interesantes y una acción asequible y adictiva. Un juego que sin duda disfrutarán los fans de la saga y que, quién sabe, podría atraer a nuevos.
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