La realidad virtual no es nueva, pero su uso doméstico era poco menos que una quimera para la mayoría de los usuarios. Los altos precios de los dispositivos y la necesidad de potentes ordenadores, junto con la necesidad de dominar la tecnología, podían asustar al consumidor medio. Así que PlayStation decidió acercarla todo lo posible con las gafas VR, más baratas que las de gama alta, sin necesidad de potentes ordenadores y con una instalación en la videoconsola bastante sencilla.
Una vez probado Farpoint con las gafas y con Aim Controller, el mando diseñado para la PlayStation VR, podemos decir que finalmente merece la pena: la inmersión es estupenda; la respuesta, rapidísima, y todo se maneja fácilmente. La historia podría ser una minucia, pero no lo es: un viaje interestelar a otro planeta lleno de criaturas hostiles, todo ello con giros de guion muy trabajados.
La idea sí es sencilla: avanzar por escenarios lineales haciendo frente a criaturas violentas, ver algunas cinemáticas y llegar hasta el final. Las gafas y la propia mente convenciéndonos de que lo que vemos está ahí, se encargan del resto. Además, hay modo cooperativo online por si algún conocido también tiene la consola VR y queremos jugar con él. Se echa en falta, sin embargo, una mayor variedad de situaciones, ya que solo hay que disparar y usas coberturas, no hay puzles ni plataformas ni nada más. También debería haber puntos de control más cercanos unos de otros, ya que se abusa de repetición de situaciones si morimos.
Técnicamente da el do de pecho con gráficos de buena calidad, doblaje al castellano y un mando Aim Controller muy preciso que ayuda a una inmersión difícil de describir con palabras: hay que vivirlo.
Aunque se antoja un videojuego un poco corto y puede marear si se usa mucho tiempo seguido, PlayStation ha dado en el clavo con la apuesta. Ojalá los juegos de realidad virtual tomen buena nota y se animen a mirar a este e incluso ir más allá.
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