Este juego de disparos sobre raíles con ambientación fantástica medieval parte de una calidad probada desde su concepción, ya que es obra de los creadores de Sports Champions, el equivalente de Wii Sports para la consola de sobremesa de Sony.
En esta ocasión nos ponemos en la piel de un príncipe que tiene que devolver su reino a la normalidad porque un señor oscuro lo ha ocupado y ha convertido a sus habitantes en parte de su ejército de esqueletos. El personaje avanza automáticamente por los escenarios y se detiene cuando hay algún monstruo que derrotar o alguna acción que llevar a cabo. Usando el mando principal de Move se pueden lanzar mandobles, estrellas ninja o flechas, cubrirse de los ataques con un escudo y usar diversos objetos y accesorios. No solo tiene un control simple y preciso, sino que además enlaza con soltura acciones distintas y por su naturalidad de movimientos puede tratarse del juego más intuitivo del catálogo de Move.
En los escenarios, aparte de numerosos enemigos y objetos destruibles, hay también retos de puntería contrarreloj que aportan algo de variedad al conjunto y rompen la rutina. Como colofón a los niveles, existen jefes finales que son versiones malvadas de los habitantes del castillo presentados en las escenas de vídeo. Se puede jugar online en modo cooperativo con otro jugador de forma que el reto resulte más llevadero y estimulante.
Sus únicas pegas son su falta de carisma, la ausencia de libertad en el avance por los niveles y unas escenas de vídeo hechas con bocetos que desmerecen el conjunto por su aspecto inacabado.
Sin embargo, es un buen juego, dedicado especialmente a los niños. A los demás no les enganchará, aunque su precisión y naturalidad lo hacen digno de ser probado.