No todos los Need for Speed han tenido el mismo éxito de crítica, pero es una saga de grandes ventas. Hot Pursuit es un arcade en estado puro en el que podemos conducir auténticos bólidos licenciados para la ocasión, competir en carreras y escapar de la policía, o ser la policía y lograr detener a los infractores. Ahora se han añadido funciones online para poder jugar contra los amigos, aunque no en modo local a pantalla partida, una opción que, por desgracia, cada vez más desarrolladores dejan en el tintero.
Siendo fugitivos, debemos ganar carreras de diferentes modalidades, lograr fama y llegar a ser el más buscado. En el papel de policía, toca algo parecido: llegar a ser el mejor deteniendo a la máxima cantidad de fugitivos posible. En anteriores títulos sólo la policía ponía trampas, pero ahora se habilita la opción también a los corredores.
Y eso es el modo historia. No hay héroes ni tesoros ocultos, tampoco disparos ni puzles, todo se basa en la conducción y en la habilidad por frenar o acelerar en el momento oportuno haciendo frente a una muy buena inteligencia artificial. Hay suficientes carreras y retos como para no aburrirnos durante bastantes horas, pero es justo reconocer que la novedad radica en el modo online, donde la compañía de los jugadores reales hacen que cada partida sea distinta, así como una red social para compartir impresiones con los amigos.
Técnicamente es desigual: el aspecto sonoro se ha cuidado al detalle con canciones muy cañeras, un doblaje al español excelente y unos efectos sonoros impactantes. Sin embargo, gráficamente se podía haber exprimido más: mientras que los coches están genialmente recreados, los paisajes y menús no están a la altura de las capacidades de la nueva generación. Cumplen, sin más, pero no destacan.
Dado que los únicos contenidos violentos son los choques entre los coches, es un juego sin contenidos inadecuados, aunque por su temática se recomienda en especial a los jóvenes a partir de 16 años.