La película que redefinió la franquicia de 007, la ya clásica GoldenEye, sigue inspirando videojuegos. Si bien dio lugar en 1997 al exitoso título homónimo para Nintendo 64 que sentó las bases de los shooters en consola, ahora vuelve con un profundo lavado de cara y la intención de convertirse en un esencial del catálogo de Wii.
Activision, tras haberse hecho con los derechos, ha dado un giro inesperado a un proyecto que durante mucho tiempo parecía un simple remake mejorado del juego original. Ya no es el caso: estamos ante una reimaginación de aquel título en todos los sentidos, ya que se ha ambientado en el contexto actual tanto mundial como de la propia franquicia de Bond. No quedan reminiscencias a la Guerra Fría y el agente británico está encarnado por Daniel Craig, que presta su voz e imagen al juego (también en español con los actores de doblaje originales). Los elementos básicos de la trama fílmica permanecen, pero se han cambiado localizaciones y eliminado personajes, de modo que resulta más comprensible e igualmente satisfactoria. Se nota la mano del guionista original: esta es una de las experiencias de película mejor trasladadas a juego en mucho tiempo.
El esquema de juego es sencillo: recorrer niveles lineales acabando con hordas de facinerosos y siendo sorprendido de vez en cuando por situaciones predefinidas que elevan el espectáculo pero no dan margen alguno de interactividad. Para justificar la temática Bond contamos con el smartphone de 007, que nos permite piratear diversos dispositivos o tomar pruebas para el MI6 y diversos objetivos secundarios en función del nivel de dificultad. Así el título resulta más interesante y variado.
Pero lo más importante de todo es que se controla bien y que cada jugador puede elegir el modo de control con el que más a gusto se sienta. Se abarcan todos los posibles de Wii: mando remoto con nunchuck, Zapper, mando clásico y mando de Gamecube, aunque se recomienda jugar con cualquiera de los dos últimos porque la precisión es mucho mayor y es más cómodo para sesiones prolongadas.
Un aspecto que se ha tratado con mimo es el multijugador. Hasta ocho jugadores en línea y cuatro en pantalla partida pueden luchar entre sí con multitud de armas y ocurrentes modificadores que convierten cada partida en algo único e impredecible. Las posibilidades son enormes, y además se pueden desbloquear personajes de la franquicia Bond que cuentan con habilidades especiales. En este modo, el juego presenta mucho menos detalle y carece de elementos destruibles en los escenarios, pero va fluido y mantiene su esencia.
Las grandes virtudes del título se ven algo ensombrecidas por un apartado gráfico simplemente decente pero lejos de exprimir el potencial de la consola. Hay expresiones faciales, efectos atmosféricos, lumínicos y de partículas e incluso elementos destruibles, aunque nada de esto puede competir con otros títulos más punteros. Por suerte, el sonido es otra historia: la banda sonora, compuesta para la ocasión por el actual músico de la franquicia, ilustra perfectamente cada situación y los efectos son todo un espectáculo. Hay que destacar que cuenta asimismo con un excelente doblaje al castellano liderado por las voces oficiales de Judi Dench (María Luisa Solá) y Daniel Craig (Jordi Boixaderas), que ayuda a introducirse por completo en la trama.