Black Ops nos traslada a la Guerra Fría. Aunque encarnaremos a varios personajes, el central es Alex Mason, soldado que está siendo duramente torturado por unos desconocidos que buscan cierta información. Durante el interrogatorio volveremos en flashbacks acciones ocurridas tiempo atrás, y las jugaremos, con misiones muy variadas donde primará la acción pero con toques de infiltración, conducción, etc., siempre sin un instante de respiro y en primera persona, lo cual ayuda mucho a la inmersión.
De todas formas, y a pesar de que este Black Ops tiene una excelente historia, la saga Call of Duty es famosa por su modo multijugador, y aquí también se han hecho los deberes. Aunque tenemos los clásicos enfrentamientos por equipos y los de todos contra todos, se ha incluido también un modo zombi para, bajo la piel de unos personajes muy curiosos, hacer frente a hordas de muertos vivientes. Con estos modos (en especial con el primero) se aseguran miles de horas de diversión.
En conjunto, Treyarch ha logrado un portento técnico que, si bien no toca los límites de la nueva generación, sí es un deleite visual y sonoro. A ello ayuda el magnífico doblaje al español, sólo ensombrecido por una pésima sincronización labial en varios momentos. Recomendamos escuchar también la versión original por contar con actores como Ed Harris y Gary Oldman. Además, se echa de menos la partitura de Hans Zimmer, pero Sean Murray logra una música acorde con la imagen que sirve de magnífico acompañamiento.
Puede que este Black Ops no llegue siempre al nivel de Modern Warfare 2, pero el hecho de que un estudio más pequeño como Treyarch haya alcanzado estas cotas dice mucho de su potencial. Un magnífico título; eso sí: sólo para mayores, por su alta violencia y duro lenguaje.