Con esta versión del famoso cómic, las expectativas eran muy altas. Aunque se han cumplido en parte, el producto no ha salido redondo. Se queda en un buen juego de Spider-Man, hecho con cariño para los fans y aceptable para los que no lo son.
La historia es sencilla: Misterio intenta robar la Tabla del Orden y del Caos, que en la lucha contra Spider-Man se rompe. Sus fragmentos se desperdigan por varias dimensiones donde podremos ver distintas versiones del superhéroe: Noir, donde el sigilo se mezcla con el ambiente del cine negro; Ultimate, con acto de presencia del mítico traje simbionte; 2099, con un superhéroe de lo más futurista; y Amazing, el de toda la vida, azul y rojo.
Para recuperar los fragmentos contaremos con la inestimable ayuda de Madame Web, la famosa telépata clarividente y precognitiva de los cómics. De ponernos dificultades se encargarán algunos de los villanos más míticos de Spider-Man: Hammerhead, Goblin, Kraven y un largo etcétera, todos con estilos totalmente distintos que ayudarán a que los enfrentamientos no sean monótonos.
Cada universo tiene sus peculiaridades, aunque al final lo que tenemos que hacer es lo mismo: ir enfrentándonos a los villanos de turno, llegar al jefe, derrotarlo y lograr el fragmento de tabla buscado. En la acción ganaremos puntos que podremos invertir en trajes nuevos y mejoras para los trajes. También tendremos desafíos que, al cumplirlos, nos darán más puntos. Al finalizar cada episodio (hay 16), accederemos a un nutrido surtido de extras sobre Spider-Man: vídeos, galerías de diseño, etc.
Los puntos débiles llegan de varios campos. Primero, se ha olvidado algo esencial en Spider-Man: antes que superhéroe es un científico, le gusta pensar, y de su capacidad de análisis es de donde saca las soluciones para salir vivo de los enfrentamientos y resolver dilemas. Pero nada de esto está presente en el videojuego, ya que los puzles son poco más que básicos y no hay casi exploración de escenarios. Aunque el sigilo en Noir se agradece, no es suficiente. Se echa de menos un Spider-Man más reflexivo y menos combativo, aunque la violencia no es especialmente dura.
Además, la trama es excesivamente lineal; los combos son demasiados para aprenderlos todos; la cámara acaba siendo un enemigo más en Noir, y de hecho se convertirá en el principal contrincante por su malísismo funcionamiento. Aunque el doblaje al inglés es magnífico, se echa en falta el español, y en el subtitulado faltan muchos textos por traducir.