Mientras se encuentra promocionando su novela de tintes autobiográficos, que ha tenido una gran acogida sobre todo entre el público femenino, la autora parisina Delphine conoce a la atractiva joven Elle, una admiradora de su obra. Las dos mujeres volverán a encontrarse en diversas ocasiones; Elle comienza a ocuparse de diferentes tareas en el trabajo de Delphine, que sufre un cierto bloqueo. La escritora lo agradece, en particular porque su pareja, el conocido periodista de televisión François, inicia un viaje de varias semanas de duración para hacer entrevistas en Estados Unidos. Elle convence a la escritora para que se retiren una temporada a su casa de campo; allí Delphine enferma y su estado de salud empeora a ojos vistas, a pesar de que Elle extrema sus cuidados.
La novela autobiográfica de Delphine de Vigan Basada en hechos reales, que adapta el director polaco de 85 años Roman Polanski, pertenece al género de la autoficción: se mueve en un ámbito entre lo vivido y lo imaginado. Novela y filme giran en torno al trabajo de un(a) autor(a) y a sus fuentes de inspiración. Tanto el lenguaje fílmico como la dramaturgia siguen las leyes del thriller, carácter este apuntalado también por la –en ocasiones demasiado intensa– música de Alexandre Desplat.
Las dos actrices dan a las protagonistas la temperatura adecuada: Emmanuelle Seigner presenta a la autora inestable y depresiva; Eva Green, a Elle como femme fatale inescrutable. Con todo, Roman Polanski –coautor también del guión, con el experto Olivier Assayas– no acierta a conseguir la tensión de un thriller, debido sobre todo a la parsimonia de su puesta en escena, que no acaba de producir suspense. Además, el giro final no solo se anuncia demasiado pronto, sino que no resulta especialmente original.
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