Tommaso es un cardiólogo romano de fama, de mentalidad positivista y atea, y de personalidad prepotente y desabrida. Está casado y tiene dos hijos. El pequeño, Andrea, es un estudiante de medicina, que un día decide reunir a la familia para comunicarles una sorprendente decisión: quiere ser sacerdote.
Desgraciadamente, no es infrecuente que las películas que quieren hablar de la trascendencia o quieren trasmitir ideas netamente cristianas acaben siendo catequesis enfáticas dirigidas a un público ya convencido. Si Dios quiere, por el contrario, huye de ese planteamiento y se dirige objetivamente al gran público, creyente o no, en el formato de una divertida comedia italiana muy abierta, dinámica, fresca, que toca muchos palos y cuenta con pe…
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