Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 80/14
Una riña entre conductores con consecuencias imprevistas. Una boda que termina en batalla campal. La “pacífica” parada de un viajero en un bar de carretera o la desesperación de un ciudadano ante el servicio de grúas. El argentino Damián Szifron ha conseguido batir todos los récords de taquilla en su país con una comedia negra como el betún que nos recuerda cómo el ser humano, si se pone a ello, puede ser el más salvaje de los animales. Nos lo cuenta a través de seis historias independientes, a cual más atroz, con una dosis generosa de violencia y un humor oscuro donde los haya.
No resulta fácil analizar esta película absolutamente desoladora en su narración (lo que cuenta …
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