El ministro de Transporte francés, Bertrand Saint-Jean es despertado en plena noche por su jefe de Gabinete y su directora de Comunicación. Un autobús ha caído por un barranco, y hay unos cuantos muertos. Bertrand se dirige inmediatamente hacia el lugar del suceso. Comienza así la jornada de un político dedicado y eficaz, que ha sacrificado su felicidad y la de su familia supuestamente en aras del bien común. Pero, en realidad, gran parte de sus energías se consumen en mantener la velocidad en un mundo cada vez más complejo, comunicado y agresivo; en afianzar su posición dentro del torbellino de las constantes luchas por el poder; en cuidar su popularidad en plena crispación social por la crisis económica y por el rumor de una inminente pri…
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