En un futuro no demasiado lejano existe una prisión de máxima seguridad en órbita sobre la Tierra. Se ha producido lo impensable: los presos se han amotinado y han tomado como rehén a una importante persona que “casualmente pasaba por allí”. El agente Snow –que pasa por uno de los peores momentos de su vida– acepta la misión de ir a rescatarla.
El último producto de la factoría Besson, acción y diversión inocente e irreal, es un poco soso. Su principal mérito es no tener ninguna pretensión, y su principal defecto es la ausencia de chispa en el guion, un corta y pega de diversas películas de secuestros, prisiones, héroes al rescate, etc.
El espectador recordará escenas de Jungla de cristal, de El quinto elemento, de otras muchas películas a medida que avanza la historia.