Álex, Gabiy Oki son tres adolescentes que asisten poco y de mala gana al mismo instituto, situado en un barrio popular de Barcelona. Interrogados por separado –no se sabe por quién–, al hilo de sus declaraciones conocemos la historia de su amistad y los graves problemas familiares de cada uno, que ahogan en alcohol, drogas, ligoteos, peleas y graffiti. Mientras sus padres y algunos profesores arrojan la toalla con ellos, la nueva orientadora del instituto intenta desvelar el potencial que mantienen oculto tras su agresiva rebeldía.
Este duro drama juvenil ganó las Biznagas de Oro al mejor largometraje, guión, actor de reparto (Àlex Monner) y actriz de reparto (Aina Clotet) en el Festival de Málaga 2012. Aciertan Patricia Ferreira y Virginia Yagüe al hilvanar su guión con una intriga de intensidad creciente, que sostiene bien sus inquietantes reflexiones sobre las complicadas relaciones familiares y pedagógicas en la sociedad actual, incapaz de dar valores sólidos a los jóvenes.
Quizás el punto de vista del filme sea demasiado crítico con los adultos –algunos, al borde de la caricatura–, demasiado complaciente con los jóvenes, artificioso en algunas situaciones y excesivamente pesimista en su resolución. Pero, en general, logra interesar al espectador, también porque la madrileña Patricia Ferreira (Sé quién eres, El alquimista impaciente, Para que no me olvides) despliega una fluida puesta en escena realista, de notable vigor visual, y dirige muy bien a sus actores, sobre todo al joven trío protagonista.
En cualquier caso, esta película es otra buena oportunidad para cuestionar los fundamentos hedonistas de la sociedad actual y la consecuente pérdida de la inocencia que genera entre las jóvenes generaciones.
