La caja de Pandora

TÍTULO ORIGINAL Pandora'nın Kutusu

PRODUCCIÓN Turquía - 2008

DURACIÓN 112 min.

DIRECCIÓN

INTÉRPRETES,

PÚBLICOJóvenes-adultos

CLASIFICACIÓNLenguaje soez

ESTRENO06/09/2008

Se preguntaba una prestigiosa revista de cine española por qué tantos críticos habían protestado la Concha de Oro que ganó esta película en la pasada edición del festival de San Sebastián. Para mí la respuesta es clara; porque había otras mejores. En San Sebastián se vio Still Walking, esa pequeña obra maestra de Kore-eda que desgrana con ritmo acompasado y estupenda escritura un buen puñado de interesantes reflexiones sobre la familia. Con mayor dramatismo y una realización formal arriesgada, Michael Winterbottom contaba otra historia familiar en Génova. También se vio en San Sebastián Frozen River, una estupenda muestra de cine independiente norteamericano con unos personajes muy logrados. En definitiva, había al menos tres o cuatro películas que tenían muchos más méritos que esta cinta turca de factura pobre y horizontes escasos.

La caja de Pandora tiene, y ese sí fue un premio indiscutible, una interpretación portentosa de la actriz francesa de 90 años Tsilla Chelton; pero tiene poco más. La historia de esos hermanos cuarentones separados por la vida y que el alzheimer de la madre puede llegar a unir no es original, como tampoco lo es la conexión entre la abuela y el nieto adolescente.

Los conflictos de cada uno de los hermanos están contados con desgana y los interminables planos fijos no terminan de expresar casi nada. Además, el pesimismo de la mirada de la realizadora turca Yeşim Ustaoğlu, que subraya inmisericorde el egoísmo de unos y otros, acaba tiñendo de negro la historia. Frente a esta percepción y a la superficial crítica a la “moral burguesa” la sutil oda que se realiza a un estilo de vida más desinhibido resulta, cuanto menos, infantil.

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