X-Men orígenes: Lobezno cuenta la historia de Logan desde su nacimiento hasta que, convertido en una temible máquina de matar, con garras retráctiles y una extraordinaria capacidad de recuperarse de las heridas, pierde la memoria.
El argumento se reparte principalmente entre Lobezno, Víctor (Liev Schreiber) y William Stryker (Danny Huston). La historia acaba donde empieza el primer episodio de la saga X-Men.
La complejidad de la historia depende de la cercanía del espectador a los comics de Marvel. En cualquier caso, la película es espectacular y tiene un ritmo frenético, suavizado por un interludio romántico rodado en bellos parajes neozelandeses. El acabado es bueno, gracias al trabajo de McAlpine (Moulin Rouge) como director de fotografía y a la música de un grande, Gregson-Williams. El guión lo coescribe Benioff (La hora 25, Troya, Cometas en el cielo).
Hugh Jackman, Liev Schreiber y Danny Huston aportan profundidad a unos personajes que hace años dejaron de ser dibujos planos para convertirse en protagonistas de novelas negras.
Llama la atención que el director elegido haya sido el sudafricano Gavin Hood (Tostsi, Expediente Anwar), que había declarado su desinterés por esta historia, cuando había numerosos entusiastas dispuestos a asumir la dirección.