El neoyorquino de 42 años Jon Favreau (Elf, Zathura) dirige su tercer largometraje, después de una larga trayectoria como actor secundario en cine y televisión. Iron Man es el enésimo superhéroe de los comics Marvel que salta a la pantalla grande. En este caso, se trata de una película entretenida y espectacular, con un personaje que se sale un poco de las convenciones heroicas de los tebeos escritos por Stan Lee y Jack Kirby.
El protagonista, Tony Stark, es un brillante ingeniero, dueño de una industria de armamento muy bien relacionada con el Pentágono. Stark lleva una frívola vida de lujo y desenfreno hasta que en un viaje promocional de uno de sus productos estrella, un misil inteligente, surge un imprevisto…
Se nota que en el guión han participado dos de los autores del texto de Hijos de los hombres, porque el personaje de Stark tiene gracia y chispa y la película no abusa (pudiendo hacerlo, pues el presupuesto sube hasta los 190 millones de dólares) de la parafernalia que suele sepultar este tipo de productos procedentes del cómic.
Sin ser nada del otro mundo, el argumento está bien llevado y hay personajes divertidos. Como en las otras cintas de superhéroes Marvel (Spider-Man, Hulk, Los 4 Fantásticos, Daredevil, X-Men), asistimos a la forja del héroe, en este caso un héroe golfo y prepotente, muy bien interpretado por Robert Downey Jr., al que acompañan grandes actores como Jeff Bridges, Terrence Howard y Gwyneth Paltrow.
Ciertamente el planteamiento es mucho más chispeante que el nudo y el desenlace, y se nota que Favreau es un director muy limitado. El villano, como suele ocurrir, es tosco y esquemático, y hay una tonta e inverosímil concesión erótica; pero la película es amena y divertida, con algunos gags muy conseguidos, como el del enchufe pectoral.
Los aficionados a este prolífico subgénero están de enhorabuena porque Hollywood no baja el ritmo: en breve se estrenarán nuevas películas de superhéroes: Hulk 2, con Edward Norton como protagonista, Thor (será divertido ver cómo recrean las visitas del chico del martillo volador a su padre Odín) y Nick Fury (uno de los personajes más simpáticos de Marvel).