Película número 21 de la saga Bond, iniciada en 1962 y basada en las doce novelas y nueve relatos del inglés Ian Fleming (1908-1964). «Casino Royale» adapta la primera de las novelas de Fleming, escrita en 1953, en las que se perfilan las características del personaje de James Bond, un agente de los servicios secretos británicos.
El neozelandés de 66 años Martin Campbell («Goldeneye», «La máscara del zorro», «Límite vertical») dirige su segunda película de la serie Bond, que protagoniza por vez primera el actor inglés Daniel Craig («El intruso», «Munich»). Campbell ha logrado la mejor película de la saga, la de mayor entidad dramática. Bond (bien interpretado por un adusto y rocoso Craig) es un tipo frío, triste y bastante salvaje. Como en las otras, hay acción, violencia, erotismo, cinismo y fantasmadas. Hay menos artilugios, cochazos y pasarela -de un machismo vergonzante- de chicas explosivas. El humor está más presente y se suceden largas secuencias de acción. Incluso hay algo parecido al amor, gracias al personaje de la contable que interpreta Eva Green. Se nota la mano de Paul Haggis («Crash», «Million Dollar Baby», «Banderas de nuestros padres») en el guión, que tiene humor, ironía y amenidad y alguna situación muy bien resuelta. El metraje es excesivo. También lo son las vueltas y revueltas finales y la profusión de violencia.
Alberto Fijo