Directora y guionista: Deepa Mehta. Intérpretes: Seema Biswas, Lisa Ray, John Abraham. 115 min. Jóvenes-adultos. (SD)
Deepa Mehta, directora india de 55 años, residente en Toronto desde 1973, cierra su trilogía de los elementos («Fuego», «Tierra») con una emotiva y bella historia sobre la penosa situación de las viudas en su país de origen. La historia tiene lugar en 1938, cuando Gandhi lucha por lograr la independencia del país. Al fallecer su marido, un día después de la boda, la pequeña Chuyia, de 8 años, ingresa en un «ashram», una residencia de viudas. A través de sus ojos inocentes tomamos el pulso de un exótico país dominado por un tremendo clasismo generador de gravísimas injusticias, como la situación de desvalimiento que sufren las mujeres al enviudar. Notables interpretaciones y buen pulso narrativo en un relato híbrido, que mira a la realidad social del país utilizando una trama romántica protagonizada por una de las viudas del «ashram» que ejerce la prostitución.
Mehta esquiva la tentación del pintoresquismo que preside muchas películas sobre países muy frecuentados por el turismo occidental.
Resultan muy reveladores dos apuntes que ayudan a ver la película en el contexto adecuado. La situación de las viudas sigue siendo igual de penosa en muchas zonas de la India actual, 70 años después del momento que retrata la película. En segundo lugar, un dato contundente: las autoridades indias negaron el permiso para rodar en las localizaciones originales y la película tuvo que rodarse en Sri Lanka, con muchas medidas de seguridad, siempre con el temor a atentados o disturbios.
Alberto Fijo