El tejano Rodriguez («El Mariachi», «Spy Kids») adapta el cómic negro y «underground» de Frank Miller, que figura como codirector. El comentario generalizado es que hay gran fidelidad al cómic. Y parece que dicho esto sólo cabe alabar la película. No he tenido el disgusto de estudiar el cómic: me ha bastado un vistazo para comprobar que es un cóctel insano de violencia «pulp» y de erotismo sórdido que se ambienta en una ciudad corrompida.
La cinta se compone de tres historias: un policía honrado intenta salvar a una niña de las garras de un pederasta; un fornido criminal se empeña en vengar a una prostituta asesinada; un tipo duro intenta impedir una guerra de bandas en el barrio chino de Sin City. Con su tono cínico y pesimista, la película se hace pesada porque falta humanidad y sobran estereotipos y regodeo en la violencia brutal. Las opciones estéticas están presididas por una planificación muy afín al «comic book», con opción radical por el blanco y negro, solo quebrada por alguna mancha de color.
Alberto Fijo