La última película de animación de los estudios DreamWorks es una comedia disparatada con muchas semejanzas con los «cartoons» desmelenados de los maestros Tex Avery y Chuck Jones.
«Madagascar» sigue los pasos de cuatro animales del Zoo neoyorquino de Central Park: Alex, un mimado león que de fiero no tiene absolutamente nada; la marchosa hipopótama Gloria; el hipocondríaco jirafo Merman, y el simpático y aventurero Marty, una cebra macho que quiere conocer mundo.
Como sucede en casi todas las películas animadas de DreamWorks, «Madagascar» tiene un guión ligero y episódico, demasiado dependiente de los constantes golpes de humor, muchos de ellos coyunturales o poco sutiles. De todas formas, el arranque es bueno, hay después suficientes «gags» divertidos y casi nunca se pierde de vista que el destinatario del filme es el público infantil y familiar.
La animación de los personajes es sobresaliente -sobre todo en su riqueza gestual y en las diversas escenas de masas- y los fondos están muchos más cuidados que otras veces.
En cuanto al doblaje, el original en inglés es infinitamente mejor que el realizado en España, a cargo de actores y presentadores populares, pero con muy poca o nula experiencia como dobladores.