Director: Yoji Yamada. Guión: Yoji Yamada y Yoshitaka Asama. Intérpretes: Hiroyuki Sanada, Rie Miyazawa, Nenji Kobayashi, Ren Osugi, Mitsuru Fukikoshi, Kanako Fukaura, Hiroshi Kanbe, Miki Ito, Erina Hashiguchi. 129 min. Jóvenes-adultos.
Esta película transcurre en el último tramo del siglo XIX, en una aldea al norte de Japón. Trata del destino de los samuráis cuando aquel país se modernizó y esa casta de guerreros quedó obsoleta. Seibei es un samurái cargado de deudas y reducido a la condición de contable, que sobrevive con su clan en una aldea empeñada en ignorar el paso del tiempo. Su penosa condición le ha valido el apodo de «Tasogare», algo así como «Crepuscular». Tiene que cuidar y mantener a su deficiente madre y a sus dos hijas pequeñas. Ahorra hasta el último céntimo, y por las tardes trabaja como agricultor. Llegó a empeñar su espada. Su jefe le amonestó por oler mal. En su horizonte gris surge la esperanza: Tomoe, su amor de juventud, empieza a frecuentar su casa. En ésas, su clan le encarga eliminar a un enemigo, y descubre que la vuelta a la acción no le llena de alegría.
La historia es narrada muchos años después por la hija mayor de Seibei, como un recuerdo lleno de cariño hacia su padre. El relato es reposado, armonioso y melancólico; los colores, mates; todo es crepuscular. La tercera parte y la conclusión de la historia es soberbia. Con lo que hemos aprendido de este hombre, hasta el menor de sus gestos está lleno de significado.
Una gran película que ha valido a su director, Yoji Yamada, 12 premios de la Academia Japonesa de Cine y el reconocimiento internacional tras 66 filmes.
Fernando Gil-Delgado