En 1998, «Blade» triunfó en la taquilla. Se trataba de una de entre las muchas adaptaciones de comics de la Marvel, en este caso protagonizado por un cazavampiros, que sufrió en sus propias carnes los efectos del mordisco que recibió su madre embarazada y que ha decidido consagrar su vida a machacar a los seguidores de Mr. Drácula.
Con una sombría imaginería, música movida, aire videoclipero, violencia a espuertas, tacos, sensualidad y variados modelos llamativos de gafas de sol, la película dirigida por Stephen Norrington atrajo a un tipo de espectador aficionado al cóctel. La secuela en 2002, a cargo del mexicano Guillermo del Toro («Hellboy»), insistió en los mismos ingredientes.
David S. Goyer, guionista de las tres entregas de la saga que protagoniza el hierático, musculoso y megatatuado Wesley Snipes, ha asumido la dirección de la tercera entrega. Se da la circunstancia de que Goyer ha escrito el libreto de «Batman Begins», la película pendiente de estreno que ha dirigido Christopher Nolan («Memento»). No hay novedades. Más sangre, más Snipes, más mordiscos, más peleas, más explosiones, más musiquilla; más de nada.
Alberto Fijo