Este largometraje en 3D fue candidato al Goya 2003 al mejor film de animación. En él se aúnan los esfuerzos de los dos principales estudios vascos de animación: Irusoin -responsable de La Isla del Cangrejo, Goya 2001 a la mejor película de animación- y Dibulitoon, que produjo El Ladrón de Sueños. El resultado de esa colaboración es estimable.
El guión narra las aventuras de Alicia, una niña inteligente e imaginativa, a la que gusta arreglar los juguetes y cacharros que se le estropean, como le ha enseñado su buen amigo Tomás, un anciano experto en reciclar desechos. Cuando los padres de Alicia tiran a la basura la vieja radio de Alicia, ésta sigue su rastro hasta el vertedero de la ciudad. Allí vivirá alucinantes aventuras en compañía de un perchero llamado Glup y de una miedosa Tostadora, que luchan sin tregua contra Don Bater, el mafioso sicario del tiránico Horno Incinerador.
La película elogia con gracia el reciclaje y critica certeramente la mentalidad consumista de «comprar, usar y tirar», que vacía las tiendas, llena los vertederos y deforma las mentes infantiles, paralizadas por el despilfarro y la falta de imaginación. Este sugerente planteamiento se desarrolla en un guión esquemático pero bastante entretenido, y con una amplia y divertida galería de personajes, todos ellos suficientemente perfilados. También cabe destacar la puesta en escena, que compensa la evidente carencia de medios de su animación con unos expresivos diseños de personajes -cercanos a los de Jimmy Neutrón-, una ambientación muy imaginativa y una planificación agilísima, que impulsa la acción de principio a fin.
Jerónimo José Martín
