Director y guionista: Manoel de Oliveira. Intérpretes: Leonor Silveira, Filipa de Almeida, John Malkovich, Catherine Deneuve, Irène Papas, Stefania Sandrelli, Luis Miguel Cintra. 96 min. Todos.
Una profesora de historia y su hija de 8 años embarcan en un crucero por el Mediterráneo. El esposo y padre les aguarda en Bombay. Las escalas sirven a la madre (una deslumbrante Leonor Silveira) para explicar a su hija los fundamentos de nuestra civilización. En el barco trabarán amistad con el comandante -norteamericano de origen polaco- y tres distinguidas y ya maduras damas: una empresaria francesa, una modelo italiana y una cantante griega.
A sus 95 años, el portugués Oliveira (el director en activo más longevo del mundo) cincela una película sublime, en la que se habla con lucidez exquisita sobre las raíces de Europa, la religión, la cultura, el arte, el sentido de la vida, la tolerancia, la vejez, la muerte, el odio fanático, la violencia irracional…
La conversación con un pope al pie del Partenón o el diálogo intrascendente con un pescador marsellés, la cena en la que se conversa en cinco idiomas sobre lo humano y lo divino, una visita a Santa Sofía (iglesia católica, iglesia ortodoxa, mezquita y, ahora, museo) se convierten en cine acrisolado e inolvidable. Arrebatadora belleza de una coproducción que define la altura de miras del productor lisboeta Paulo Branco. El hermoso título habla del gusto de Oliveira por los pretextos, de su amor por los actores, de la amable e inteligente sencillez de un anciano que da sus lecciones con una seductora palabra que se hace imagen.
Alberto Fijo