Director: Shawn Levy. Guión: Sam Harper. Intérpretes: Steve Martin, Bonnie Hunt, Piper Perabo, Hilary Duff, Tom Welling, Ashton Kutcher. 98 min. Jóvenes.
Desde la saga de Solo en casa, las familias numerosas no eran presentadas con tanta admiración como en Doce en casa. Se trata de un fresco y divertido remake libre del clásico Trece por docena (1950), de Walter Lang, que se inspiró a su vez en las experiencias reales de la familia Gilbreth, convertidas en best seller por Frank y Ernestine, dos de los doce hijos de Frank Gilbreth.
La amplísima familia Baker, protagonista del film, está compuesta por Tom y Kate -que llevan casados veintitrés años-, y sus doce hijos: siete chicos y cinco chicas, con edades comprendidas entre los tres años y los veintipocos, y cada uno con un carácter y una problemática diferentes. El traslado de la familia desde un pueblecito de Illinois a Chicago, y el triunfo de la madre como escritora y del padre como entrenador de fútbol americano pondrán a prueba la estabilidad familiar de los Baker y la fuerza de su cariño.
Ciertamente, el guión no depara demasiadas sorpresas y la realización de Shawn Levy (Recién casados) nunca pasa de correcta. Sin embargo, cada uno de los múltiples personajes está suficientemente perfilado, de modo que todas las interpretaciones resultan convincentes y sustanciales, sobre todo las de Steve Martin y Bonnie Hunt. Además, casi todos los golpes de humor son divertidos y amables, y se elogia con decisión a las familias numerosas, al paso que se critica certeramente el egoísmo hedonista, la mentalidad del hijo único y la mitificación del éxito profesional.
Jerónimo José Martín