Director: Martin Campbell. Guión: Caspian Tredwell-Owen. Intérpretes: Angelina Jolie, Clive Owen, Linus Roache, Teri Polo, Noah Emmerich, Yorick van Wageningen. 127 min. Jóvenes.
El director neozelandés Martin Campbell, hasta ahora conocido por su películas de aventuras como Límite vertical, Goldeneye o La máscara del Zorro, decide internarse, con Amar peligrosamente, en el mundo de las historias con contenido. Pero visto lo visto es mejor que vuelva a la aventura intrascendente. Angelina Jolie es Sarah, una ingenua estadounidense residente en Londres. En una fiesta benéfica conoce a Nick Callahan (Clive Owen), que hace un apasionado alegato a favor de los niños hambrientos de África. Atraída por Nick y su causa, Sarah abandona las comodidades de su vida londinense para viajar a aquel continente, decidida a ver la realidad del Tercer Mundo. Comienza un romance trufado de cooperación internacional que le va a llevar por Etiopía, Camboya, Chechenia y los lugares más peligrosos del planeta. Pero Sarah no tarda en darse cuenta del precio que hay que pagar por llevar a cabo esas misiones humanitarias.
Las buenas intenciones de esta película nos obligan a perdonarle todos los despropósitos que lleva dentro, pero no consiguen que nos creamos nada de lo que dice y muestra. Es, sin quererlo, muy demagógica, maniquea y parcial. Nos llega a mostrar un niño etíope agonizante de desnutrición a punto de ser devorado en vida por un quebrantahuesos. Es al menos dudoso que se puedan usar ese tipo de imágenes en una película comercial de ficción. Amar peligrosamente nos trasmite una idea de la cooperación internacional muy novelesca, amarga y corrompida, que además generaliza sin matices ni contrapartidas.
Angelina Jolie intenta hacer bien su trabajo, muy intenso y lacrimógeno. Clive Owen, duro guaperas, no da, sin embargo, el perfil de médico aguerrido del Tercer Mundo. Las peripecias y escenas de acción son inverosímiles en el sentido de que no es creíble que todo eso le pase a una misma persona. También es muy tópica y algo incoherente la trama conyugal de la protagonista, capaz de salvar al mundo, pero incapaz de humanizar su matrimonio. En fin, demasiada superficialidad para una película que quiere abordar una de las tragedias más grandes de nuestro mundo.
Juan Orellana