Un mundo azul oscuro

TÍTULO ORIGINAL Dark Blue World

DIRECCIÓN

GÉNEROS

Director: Jan Svêrák. Guión: Zdenek Svêrák. Intérpretes: Ondrej Vetchy, Krystof Hadek, Tara Fitzgerald, Charles Dance, Oldrich Kaiser, David Novotny, Anna Masey, John Warnaby. 110 min. Jóvenes-adultos.

Checoslovaquia 1950. El piloto Franta Slama está confinado en un campo de trabajo. En 1945, al volver a su patria tras la derrota de Alemania, las autoridades comunistas le consideran un «potencial enemigo del pueblo» por haber volado para la Royal Air Force (RAF) y estar contaminado por la ideología occidental. El piloto, que comparte cautiverio con militares alemanes, recuerda los tiempos de la II Guerra Mundial, cuando un puñado de pilotos checos llegó a Inglaterra para pilotar aviones británicos.

El checo Jan Svêrák (1965), formado en la Universidad de Praga, es bien conocido por Kolya, la hermosa película escrita y protagonizada por su padre, Zdenek, y que ganó el Oscar 1997 al mejor film en lengua no inglesa. Sin haber cumplido los 40, Svêrák ha cuajado un estilo propio, bastante conseguido, que parece resultar de la colaboración con su padre y guionista, Zdenek (Praga, 1936). Éste aporta una narración fluida de elegante construcción y aquél un estilo visual propio del documentalista atento a la calidad de la fotografía y a la precisión del montaje, pero también la voluntad de hacer cine para un público amplio.

El guión asume la célebre sentencia de Churchill («Nunca tantos debieron tanto a tan pocos») sobre el papel de la RAF en la guerra. El proyecto requería un costoso despliegue de medios y Svêrák logró involucrar a una de las majors, Sony-Columbia. Con ese aval, Svêrák ha podido rodar unas secuencias aéreas deslumbrantes, de magnífica planificación, que están dotadas de una sencillez que magnifica el vuelo majestuoso y ágil del Spitfire, el maniobrable caza inglés. Sudáfrica ha sustituido al Canal de la Mancha y un viejo aeródromo checo a la Base inglesa de Duxford para recrear la historia de los 87 pilotos checos que combatieron en la Batalla de Inglaterra en 1940, tras un acelerado periodo de instrucción.

Acierta Svêrák al usar como eje de la historia la amistad-rivalidad entre dos pilotos checos, maestro y aprendiz. Como en Escuela primaria (1991), el tono es triste y desencantado, y hay un par de concesiones obscenas que desentonan con la elegancia dominante. En cualquier caso, la película alberga abundantes momentos de gran director, como las secuencias de la clase de inglés y del ejercicio con bicicletas, el entierro del camarada caído en combate o las sobrecogedoras caídas de casquillos, cuando los cazas hacen funcionar sus ametralladoras. La vigorosa puesta en escena y el impecable diseño de producción permiten el lucimiento de excelentes actores que ofrecen un recital en tres lenguas, checo, inglés y alemán, hecho que hace muy recomendable la versión original.

Alberto Fijo

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