Director y guionista: Stephen Sommers. Intérpretes: Brendan Fraser, Rachel Weisz, John Hannah, Arnold Vosloo, Kevin J. O’Connor. 124 min. Jóvenes.
Esta exitosa recuperación del mítico personaje fantástico poco tiene que ver con el film que protagonizó Boris Karloff en 1932 ni con sus imitaciones. Aunque parte del mismo presupuesto, Stephen Sommers (Las aventuras de Huckleberry Finn, El libro de la selva) plantea un cóctel de comedia y cine clásico de aventuras, en que el terror sólo domina a ratos.
Lo mejor es su poderoso arranque, en la Tebas del 1719 a.C. -recreada digitalmente-, y su inmediato salto a 1860, con una impresionante carga de caballería en las ruinas de Hamunaptra, la Ciudad de los Muertos. Allí irán años más tarde un legionario, superviviente de aquella batalla, una torpe egiptóloga inglesa y su pícaro hermano. Su equipo, unos prepotentes yankees y una misteriosa tribu nómada se enfrentarán a la terrible maldición del sanguinario Imhotep, un sacerdote egipcio que fue momificado vivo en Hamunaptra por traicionar al faraón.
A pesar de algún altibajo, la vibrante realización de Sommers aprovecha bien una excelente ambientación y unos impactantes efectos especiales. También resultan convincentes las interpretaciones -sobre todo la de Brendan Fraser-, la música de Jerry Goldsmith y la fotografía de Adrian Biddle. Sin embargo, todo habría ganado si el guión no hubiera cedido a un humor facilón, que rebaja la entidad dramática de este despliegue de cine-espectáculo.
Jerónimo José Martín